El bebé prematuro y la lactancia (I) - En el hospital


Aprovechando la semana mundial de la lactancia materna, la semana del prematuro y la semana internacional de la crianza en brazos, todas del 5 al 11 de octubre, y después de superar la barrera de los 6 meses de mi pequeñín, quería contaros como fue y está siendo mi experiencia desde que nació nuestro pequeño prematuro y como ha sido y está siendo la lactancia. Creo que puede interesar a madres que se encuentren en la misma situación. En la red se encuentra información sobre lactancia, pero no tanta sobre lactancia de un bebé prematuro y hay algunos puntos importantes a tener en cuenta que espero os sirvan.

Lo dividiré en tres posts que trataré hoy lunes, el miércoles y el viernes, para que sea mas ameno y no os aburra mucho ;) Ya os aviso que aunque en algunos momentos todo parece un poco crudo, en el último post veréis que al final establecimos una lactancia fantástica y que superamos todos los obstáculos que se nos presentaron.

Como ya os comente en este post, nuestro bebé nació prematuro, con 30 semanas y 1560 gr de peso, y esto conllevó, entre otras cosas, que no pudiéramos empezar la lactancia como habíamos soñado; ni tan siquiera tuve la oportunidad de tocarlo hasta el día siguiente de su nacimiento. El piel con piel que todas (o la mayoría) soñamos, se volatilizó, no existió y por contra tuve una separación brutal con mi pequeñín. Recuerdo perfectamente, eso si, su carita cerca de mi en el quirófano. Me lo acercaron y recuerdo que lloraba mucho y cuando le hablé y le bese la carita dejó de llorar. Fueron cinco, diez o veinte segundos…quien sabe….. Tenía los labios muy rojos y los ojos azules…(nunca mas los ha vuelto a tener así….) y esta imagen jamas se me borrará de la mente. 

Pues bien…… al día siguiente de su nacimiento, cuando me permitieron levantarme de la cama del hospital fui a verlo por primera vez. Lo primero que hice fue llorar, llorar mucho….el verlo allí en la incubadora, tan pequeño, tan frágil, tan indefenso, tan solo, tan lejos de mi….….se me rompió el corazón…. En ese momento vino una enfermera y me estuvo explicando su situación. Estaba estable, con una sonda umbilical que dificultaba que lo sacaran de la incubadora por riesgo de infección, así que solo nos permitían poner la manita por una ventana y acariciarle. Me dijo que lo mejor que podía hacer por él era darle leche materna u oro líquido, como lo llaman allí.  La leche materna contiene glóbulos blancos, anticuerpos y otras muchas propiedades inmunes muy valiosas para un bebé prematuro, que pueden ayudarle a resistir infecciones y gérmenes que pueda haber, por ejemplo, en la unidad de cuidados intensivos de neonatos. Además es el mejor alimento para el aparato digestivo tan inmaduro del bebé y al no tener prácticamente ningún residuo evita que los riñones del bebé se sobrecarguen. 
Después me comentó que lo que tenía que hacer era sacarme leche con un sacaleches.

Empecé usando uno que prestaban allí en la sala de lactancia del hospital. Al principio la subida de leche fue brutal, y no había forma humana de sacar ni una gota de leche. Empecé a desesperarme porque a parte de la impotencia de no poder darle leche a mi pequeñín, tenía una ingurgitación y un dolor en los pechos como nunca hubiera imaginado. Al final de ese día conseguí unas gotitas de leche. Yo pensaba que esto y nada era lo mismo pero las enfermeras del hospital me animaron a que siguiera ya que con esas gotitas ya podían darle una toma entera puesto que al tener el estomago tan pequeño e inmaduro con aquella pequeña cantidad había suficiente. Y así pase los tres días siguientes en el hospital, a base de aplicar calor en los pechos antes de usar el sacaleches (cada tres horas) y aplicando frío después para que la inflamación disminuyera. 10 minutos en cada pecho aunque yo estaba un poco mas para conseguir mas cantidad de leche. Tengo que agradecer la labor de las enfermeras y médicos  del Hospital de Son Espases de Palma de Mallorca, que en todo momento me informaron, animaron y ayudaron a sobrellevar la situación.

A los tres días me dieron el alta. Aquello fue muy duro. El momento de llegar a casa fue indescriptible. estaba en casa sin mi bebé. Y solo podía pensar en volver al hospital. Recuerdo que llegamos comimos algo, me saqué leche y volvimos al hospital a llevársela. En esos momentos aun no tenían leche mía almacenada ya que la cantidad que conseguía sacarme era poca. Así estuve unos días,  pasando el día en el hospital, cada tres horas sacándome leche y aunque muy triste por la situación, animada al ver que la cantidad de leche iba aumentando poco a poco y que estaba haciendo todo lo que estaba en mis manos por mi pequeñín. 

Cuando le sacaron la vía umbilical, le empezaron a dar la leche por sonda nasogástrica y en ese momento fue cuando pudimos empezar con el método canguro. Al sexto día de vida pude coger y abrazar a mi hijo por primera vez. Empezamos el método canguro piel con piel y fue maravilloso. Esto ayudó muchísimo a que mi cantidad de leche aumentara bastante. Hacía canguro y después me iba a la sala de lactancia para poder tener suficiente para las tomas de día y las nocturnas. Así fue durante un mes. 

Cuando ya pesaba 1700 lo pasaron de cuidados intensivos a cuidados medios, y a los pocos días lo sacaron de la incubadora y lo pusieron en una cuna. Aquí las cosas ya se veían de otra forma y sabíamos que ya quedaba menos para irnos los tres a casa. Por las mañanas la fisio de neonatos le enseñaba a succionar ya que al nacer tan prematuro no había aprendido a hacerlo el solito. Poco a poco empezó a saber hacerlo, aunque muy débilmente, y decidimos que había llegado el momento de ponérmelo al pecho para ver como reaccionaba. Si sumamos a esta situación el handicap de que mis pezones son planos, tuve que ayudarme de una pezonera para facilitarle el trabajo.
Al principio el no succionaba casi nada de leche porque aún era muy pequeño y no tenía la fuerza suficiente, pero en el momento que lo tenía en el pecho le pasábamos la alimentación por la sonda nasogástrica y así el relacionaba el alimento con la succión.
Poco a poco empezamos a poner menos cantidad de leche por la sonda y como veíamos que iba ganando peso eso quería decir que también tomaba un poco del pecho. y así pasaron los días, hasta el día 34 de su nacimiento que por fin le dieron el alta y nos pudimos ir todos a casa.

Felicidad extrema y mucho miedo. El solo pesaba 2100 gr y aún era muy frágil y muy pequeño.
Pero todo esto os lo contaré el miércoles, donde os hablaré de los tres primeros meses en casa y de la primera crisis de crecimiento. >>> Podéis verlo aquí




Aprofitant la setmana mundial de la lactància materna, la setmana del prematur i la setmana internacional de la criança en braços, totes del 5 al 11 d'octubre, i després de superar la barrera dels 6 mesos del meu petitó, volia explicar com va ser i està sent la meva experiència des que va néixer el nostre petit prematur i com ha estat i està sent la lactància. Crec que pot interessar a mares que es trobin en la mateixa situació. A la xarxa es troba informació sobre lactància, però no tanta sobre lactància d'un nadó prematur i hi ha alguns punts importants a tenir en compte que espero us serveixin. 

Ho dividiré en tres posts que tractaré avui dilluns, dimecres i divendres, perquè sigui més amè i no us avorreixi gaire;) Ja us aviso que encara que en alguns moments tot sembla una mica cru, en l'últim post veureu que al final hem establert una lactància fantàstica i que hem superat tots els obstacles que se'ns han presentat.

Com ja us vaig comentar en aquest post, el nostre nadó va néixer prematur, amb 30 setmanes i 1560 gr de pes, i això va comportar, entre d'altres coses, que no poguéssim començar la lactància com havíem somiat; ni tan sols vaig tenir l'oportunitat de tocar-lo fins a l'endemà del seu naixement. El pell amb pell que totes (o la majoria) somiem, es va volatilitzar, no va existir i per contra vaig tenir una separació brutal amb el meu petitó. Recordo perfectament, això si, la seva careta  a prop meu al quiròfan. Me'l van acostar i recordo que plorava molt i quan li vaig parlar i li vaig fer petons a la carona va deixar de plorar. Van ser cinc, deu o vint segons ... qui sap ... .. Tenia els llavis molt vermells i els ulls blaus ... (mai més els ha tornat a tenir així ...). I aquesta imatge mai se m'esborrarà de la ment. 

Doncs bé ...... l'endemà del seu naixement, quan em van permetre aixecar-me del llit de l'hospital vaig anar a veure´l per primera vegada. El primer que vaig fer va ser plorar, plorar molt ... veure'l allà a la incubadora, tan petit, tan fràgil, tan indefens, tan sol, tan lluny de mi .... … .se'm va trencar el cor .... En aquest moment va venir una infermera i em va estar explicant la seva situació. Estava estable, amb una sonda umbilical que dificultava que el traguessin fora de la incubadora per risc d'infecció, així que només ens permetien posar la maneta per una finestra i acariciar-lo. Em va dir que el millor que podia fer per ell era donar-li llet materna o or líquid, com en diuen allà. La llet materna conté glòbuls blancs, anticossos i altres moltes propietats immunes molt valuoses per a un nadó prematur, que poden ajudar a resistir infeccions i gèrmens que hi pugui haver, per exemple, a la unitat de cures intensives de nounats. A més a més és el millor aliment per a l'aparell digestiu tan immadur del nadó i al no tenir pràcticament cap residu evita que els ronyons del nadó se sobrecarreguin. 
Després em va comentar que el que havia de fer era treure´m llet amb un tirallet. 

Vaig començar fent-ne servir un que em van deixar la sala de lactància de l'hospital. Al principi la pujada de llet va ser brutal, i no hi havia forma humana de tirar ni una gota de llet. Vaig començar a desesperar perquè a part de la impotència de no poder donar-li llet al meu petitó, tenia una ingurgitació i un dolor als pits com mai hagués imaginat. Al final d'aquest dia vaig aconseguir unes gotetes de llet. Jo pensava que això i res era el mateix però les infermeres de l'hospital em van animar a que seguís ja que amb aquestes gotetes ja podien donar-li una presa sencera ja que al tenir l'estómac tan petit i immadur amb aquella petita quantitat n'hi havia prou. I així vem passar els tres dies següents a l'hospital, a base d'aplicar calor als pits abans de fer servir el tirallet (cada tres hores) i aplicant fred després perquè la inflamació disminuís. 10 minuts a cada pit encara que jo estava una mica més per aconseguir més quantitat de llet. He d'agrair la tasca de les infermeres i metges de l'Hospital de Son Espases de Palma de Mallorca que en tot moment em van informar, animar i ajudar a suportar la situació. 

Als tres dies em van donar l'alta. Allò va ser molt dur. El moment d'arribar a casa va ser indescriptible. Era a casa sense el meu nadó. I només podia pensar en tornar a l'hospital. Recordo que vem arribar, vem menjar alguna cosa, em vaig treure llet i vem tornar a l'hospital per dur-la. En aquests moments encara no tenien llet meva emmagatzemada ja que la quantitat que aconseguia treure era poca. Així vaig estar uns dies, passant el dia a l'hospital, cada tres hores traient-me llet i encara que molt trista per la situació, animada al veure que la quantitat de llet anava augmentant a poc a poc i que estava fent tot el que estava a les meves mans per el meu petitó. 

Quan li van treure la via umbilical, li van començar a donar la llet per sonda nasogàstrica i en aquest moment va ser quan vam poder començar amb el mètode cangur. Al sisè dia de vida vaig poder agafar i abraçar al meu fill per primera vegada. Comencem el mètode cangur pell amb pell i va ser meravellós. Això va ajudar moltíssim a que la meva quantitat de llet augmentés força. Feia cangur i després me n'anava a la sala de lactància per poder tenir suficient per a les preses de dia i les nocturnes. Així va ser durant un mes. 

Quan ja pesava 1700 el van passar de cures intensives a cures mitjans, i als pocs dies el van treure de la incubadora i el van posar en un bressol. Aquí les coses ja es veien d'una altra manera i sabíem que ja quedava menys per anar-nos els tres a casa. Als matins la fisio de nounats li ensenyava a succionar ja que en néixer tan prematur no havia après a fer-ho ell solet. A poc a poc va començar a saber fer-ho, encara que molt dèbilment, i vam decidir que havia arribat el moment de posar-me'l al pit per veure com reaccionava. Si sumem a aquesta situació el handicap que els meus mugrons són plans, vaig haver de ajudar-me d'una mugronera per facilitar-li el treball. 
Al principi ell no succionava gairebé res de llet perquè encara era molt petit i no tenia la força suficient, però en el moment que el tenia al pit li passàvem l'alimentació per la sonda nasogàstrica i així relacionava l'aliment amb la succió. 
A poc a poc vam començar a posar menys quantitat de llet per la sonda i com que vem anar veient que anava guanyant pes això volia dir que també en prenia una mica del pit. I així van passar els dies, fins al dia 34 del seu naixement que per fi li van donar l'alta i ens en vam poder anar tots a casa. 

Felicitat extrema i molta por. El només pesava 2100 gr i encara era molt fràgil i molt petit. 
Però tot això us ho explicaré dimecres, on us parlaré dels tres primers mesos a casa i de la primera crisi de creixement. >>> Podeu llegir-lo aquí



5 comentarios

  1. Ostres, quins records...jo vaig passar pel mateix, però amb 31'6 setmanes i 1330gr.
    Jo no vaig aconseguir la lactància fins arribar a casa, als tres mesos i mig, ho vam aconseguir fer amb exclusivitat, amb ajuda de una professional (la maravellosa Neus Querol). I fins els 3 anys, que vam decidir prou, perque es despertaba molt més que la seva germana (amb la que vam fer tàndem 6 mesos) i no descansavem ningú.
    Ànims i felicitats!!
    Estic dessitjant llegir què més va passar! ^_^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. que guay! 3 anys!! nosaltres ja anem pels 8 mesos y genial!!! Moltes gràcies pels ànims i per llegir-me!!

      Eliminar
  2. Ostres, quins records...jo vaig passar pel mateix, però amb 31'6 setmanes i 1330gr.
    Jo no vaig aconseguir la lactància fins arribar a casa, als tres mesos i mig, ho vam aconseguir fer amb exclusivitat, amb ajuda de una professional (la maravellosa Neus Querol). I fins els 3 anys, que vam decidir prou, perque es despertaba molt més que la seva germana (amb la que vam fer tàndem 6 mesos) i no descansavem ningú.
    Ànims i felicitats!!
    Estic dessitjant llegir què més va passar! ^_^

    ResponderEliminar
  3. Vaja Aina! deu haver estar molt dur!!! enhorabona per la feina i per superar tot aquest patiment!!!

    Una abraçada

    ResponderEliminar

© galiana street
Maira Gall